Se cumplen seis años de los fusilamientos de Maxi y Darío


Sexto aniversario. El 26 de junio de 2002 el gobierno presidido por Eduardo Duhalde ordenó la represión a los piqueteros que cortaban el Puente Pueyrredón, donde efectivos de la Policía Bonaerense asesinaron a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki.

Se recuerda el sexto aniversario del asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, por el que fueron condenados a prisión perpetua el ex comisario Alfredo Franchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta.

El 26 de junio de 2002 el gobierno presidido por Eduardo Duhalde ordenó la represión de una manifestación de piqueteros que cortaban el Puente Pueyrredón. En la persecución, efectivos de la Policía Bonaerense asesinaron a Santillán y Kosteki, de 21 y 23 años, e hirieron con balas de plomo a 33 personas.

El 9 de enero de 2006 Franchiotti y Acosta fueron condenados por "doble homicidio agravado por alevosía" y por "ocho tentativas de homicidio". En una entrevista publicada ayer en Crítica de la Argentina, Alberto Santillán, padre de Darío, dijo que Néstor Kirchner lo defraudó porque no lo ayudó a “meter presos” a los autores intelectuales de la masacre. “Me dio un abrazo y golpeándome la espalda me dijo que se iba a investigar hasta las últimas consecuencias”, recordó.

La causa por la autoría intelectual del crimen “está absolutamente cajoneada, es una decisión política. De hecho al juez lo puso Kirchner”, dijo a Críticadigital Carina López Monja, del Frente Darío Santillán. “Queremos que los autores intelectuales como (Eduardo) Duhalde, Felipe Solá, Alfredo Atanasoff, Juan José Álvarez, Jorge Vanossi, entre otros, también sean investigados y sean culpados y alguna vez tengamos la posibilidad de sentarlos en el banquillo de los acusados”, había dicho Santillán.

Las actividades.
En el hall de la estación Avellaneda, rebautizada como “Darío y Maxi”, habrá recitales, muestras y proyecciones, entre otras actividades.

Después de la 10 de la noche se inició una marcha con antorchas, acampe y vigilia en la base del Puente Pueyrredón, donde sucedió la represión.

El jueves se realizó el acto central, con la presencia de los familiares de las víctimas, frente a la estación con una posterior movilización hacia el Puente.

Las actividades se replicron en varios puntos del interior del país. En Cipolletti los actos tiene como escenario el puente a Neuquen (escenario del crimen de Carlos Fuentealba) y la Facultad de Derechos y Ciencias Sociales de General Roca donde se proyectará el film “La crisis causo dos nuevas muertes”. En Córdoba, una movilización a la Legistura, y en Rosario un panel sobre “Subjetividades rebeldes y hombres y mujeres nuev@s”.

Además en la Universidad Nacional de Luján estaba prevista una charla titulada “Jornada Cultural por la Solidaridad y la Resistencia” en el complejo universitario de Mar del Plata

"Darío estaría lejos de estos pseudogobiernos democráticos"




El padre de Darío Santillan y la hermana de Maximiliano Kosteki , despues de conocer la sentencia dictada por el Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora, en el caso de la Masacre de Avellaneda , el 9 de enero de 2005


La masacre de Avellaneda volvió a tomar voz pública de la mano de Néstor Kirchner.

En su primera conferencia de prensa en cinco años, el ex presidente se refirió al asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en 2002 para mostrar las diferencias entre represión y el despeje ordenado por el Gobierno de la ruta del Mercosur, cuando fue detenido el dirigente rural Alfredo De Angeli. “Lo llevaron a upa”, dijo Kirchner.


También aprovechó para criticar la diferente cobertura de los medios y recordó que el título de Clarín sobre el asesinato de los piqueteros fue: “La crisis causó dos nuevas muertes”.


Alberto Santillán, padre de uno de los piqueteros asesinados, dice que Kirchner lo defraudó porque no lo ayudó a “meter presos” a los autores intelectuales de la masacre tal como le había prometido. También denuncia que el kirchnerismo cooptó a la agrupación en la que militaba su hijo.


–Kirchner mencionó a su hijo para ejemplificar el diferente tratamiento de los medios ante los conflictos. ¿Cómo le cayó?


Mal. Me parece mal que use el nombre de mi hijo porque a nosotros no nos ayudó.


–¿En qué sentido?


–A poco de haber asumido había tomado como propio el tema de la masacre de Avellaneda y solicitamos una entrevista con él que, como padre, me había parecido algo bueno. En la entrevista me dio un abrazo y golpeándome la espalda me dijo que se iba a investigar hasta las últimas consecuencias. Algo que no sucedió.


–Se iba a crear una comisión investigadora. ¿Qué pasó con eso?


–Nos dijeron: “Nosotros creamos una comisión investigadora, pero ustedes se bajan del puente” (Pueyrredón). Para nosotros, el puente no se negocia. Lo vivimos como una extorsión. Nos pedían que dejáramos de cortar el puente y no molestáramos a la gente que quizá no nos entiende porque no les ha pasado.


–Pero el juicio se hizo.


–Sí. Logramos que los idiotas que mataron a Darío y a Maxi cumplan la prisión perpetua, pero también queremos que los autores intelectuales como (Eduardo) Duhalde, Felipe Solá, Alfredo Atanasoff, Juan José Álvarez, Jorge Vanossi, entre otros, también sean investigados y sean culpados y alguna vez tengamos la posibilidad de sentarlos en el banquillo de los acusados.


–¿Usted ve a Kirchner más cerca de ese grupo o más cerca de la organización en la que militaba su hijo?


–Lo veo como la continuación de Duhalde y de todo el aparato político. Pensé que iba a ser distinto. Si bien no hay que sacarle logros como el descabezamiento de la cúpula militar y de la Corte Suprema, el reconocimiento a las Madres de Plaza de Mayo, después dejó mucho que desear.


–Si su hijo viviera, ¿cree que militaría cerca del kirchnerismo?


–No. Darío estaría lejos de estos seudogobiernos democráticos.


–¿Cómo es la relación del Gobierno con el MTD-Verón, en el que militaba Darío?


–El Gobierno ha trabajado ahí y usó el método de dividir.


–Y ahora la Verón está con Kirchner.


–Sí. De todos modos un sector se bifurcó y hoy por hoy se llama Frente Darío Santillán.


–¿Qué piensa de las políticas sociales del kirchnerismo?


–No hay políticas sociales. No hay políticas de salud. No hay trabajo genuino. Estamos igual que antes. Tiene los mismos gerentes que Duhalde.


–¿Cómo vio el conflicto del Gobierno con el campo?


–Se encontraron dos posiciones que están fuertes desde el punto de vista económico y que se pueden dar el lujo de pelear sin necesidad de aflojar. Ellos nos someten a cien días de desabastecimiento, durante los cuales aumentan las cosas. Los del campo están peleando por el queso. Es una lástima, cuando Argentina estaba un poco mejor después de tantas crisis. A los agropecuarios no les interesa quién está en el medio.


–¿Y quién está en el medio?


–Nosotros. El pueblo.



El recuerdo de la represión en Avellaneda, seis años atrás


La Masacre de Avellaneda tuvo lugar el 26 de junio de 2002. El gobierno de Eduardo Duhalde ordenó la represión de una manifestación de grupos piqueteros que cortaban el Puente Pueyrredón y en la persecución fueron asesinados por efectivos de la Policía Bonaerense Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que militaban en una organización de desocupados. Además, se registraron 33 heridos por balas de plomo entre los manifestantes. El episodio implicó la salida anticipada de Duhalde de su presidencia interina.

"Le iban a dar trabajo por ir a la plaza"

Hermanos. Rubén Marriera dijo que la familia se enteró del deceso "por la tele, porque nadie nos ha dicho nada". (Gentileza familia Marriera)

El joven muerto en la Plaza no conocía la Ciudad. Era la primera vez que Carlos Marriera pisaba Buenos Aires y lo había tentado un amigo. Por el viaje recibió “100$, dos sánguches y una gaseosa”.

"A Carlos le iban a dar trabajo" por concurrir a la manifestación. Así lo hizo saber su hermano Rubén, que también dijo que su familia se enteró del deceso "por la tele, porque nadie nos ha dicho nada".

En diálogo con la radio Global Station -
donde suelen hacer declaraciones funcionarios kirchneristas- Rubén dijo que Carlos estaba desocupado, y que se subió a uno de los micros fletados para llevar manifestantes a Plaza de Mayo porque "le iban a dar trabajo".

El joven calificó lo sucedido como "una desgracia", y dijo que no sabía si, como se informó oficialmente, Beatriz Rojkés (vicepresidenta tercera del PJ y esposa del gobernador de Tucumán, José Alperovich), estuvo en el hospital donde fue trasladado el cuerpo de su hermano.

La propia Rojkés negó que el joven hubiera viajado a cambio de dinero o una promesa de trabajo. Consultada por radio Belgrano respecto de si a Marriera le habían ofrecido cien pesos para asistir ayer, contestó: "En algunos medios dicen doscientos, pero esto no es así" y que a los actos "vienen quienes quieren". La dirigente admitió que a los militantes "sí se les paga el viático, la comida que se le da a cada uno. Es una gran parte de lo que es la democracia". Asimismo aseguró que "los muchachos decían: 'hemos venido porque queríamos ver de cerca a la Presidenta, porque apoyamos el gobierno de Alperovich".

En tanto, la agencia oficial Télam destacó esta madrugada que “una rústica cruz de caña apareció en las primeras horas de hoy en la Plaza de Mayo, en el lugar aún manchado de sangre” donde murió Carlos a los 21 años.

El joven tucumano tenía 21 años y había llegado a Buenos Aires por primera vez junto con un contingente de 2000 personas provenientes de varios puntos de la provincia, en un típico viaje organizado por punteros políticos de base, para participar del acto de apoyo a la Presidenta Cristina Fernández.

Uno de sus compañeros, quien solicitó reserva de su identidad, reconoció (
como había denunciado Raúl Castells) que para participar del acto kirchnerista se le habían entregado "100 pesos, dos sánguches y una gaseosa". El testimonio fue recogido por la agencia DyN de una persona que integraba la delegación tucumana, en inmediaciones del Hospital Argerich, adonde el joven fue derivado de urgencia y luego murió.

Marriera había terminado la escuela secundaria el año pasado, estaba buscando trabajo y decidiendo qué estudiar. Vivía en la ciudad de Lules y, como no conocía Buenos Aires, decidió viajar junto a un grupo de amigos y su hermano. En diálogo con Crítica de la Argentina, el padre del joven negó que su hijo fuera trabajador municipal y militante -como había informado un amigo a DyN-: "Sólo había viajado para conocer la ciudad".

En medio de lágrimas y escenas de dolor, sus compañeros realizaron un aplauso en memoria de Carlos y casi una hora después, cerca de las 13, se distribuyeron en los 21 micros en los que habían llegado para regresar a Tucumán.

YO, argentino






Por Guillermo Alfieri




La Presidenta de todos los argentinos convocó a un acto en la Plaza de todos los argentinos. Sin embargo, no todos los argentinos pueden ir.

Desde el Salón blanco de la Casa de Gobierno de todos los argentinos, La Presidenta de todos los argentinos convocó a concurrir al acto del Partido Justicialista en la Plaza de Mayo que, se preocupó en aclarar, "ya no es de los peronistas sino de todos los argentinos".

Sin embargo, no todos los argentinos pueden ir a manifestar a la Plaza de todos los argentinos si se les viene en gana. Porque a todos los argentinos que no están de acuerdo con alguna decisión del Gobierno de todos los argentinos los esperan todos los argentinos que sí están de acuerdo con la Presidenta de todos los argentinos. Y no los dejan pasar y amenzan con golpes o agitan palos como hace la patota del Secretario de Comercio Interior de todos los argentinos.

O sea que no es tan cierto eso que dijo ayer el ministro de Planificación de todos los argentinos, don Julio De Vido::"No hay manifestantes que tengan mas derechos que otros". Hay, parece, algunos que son más argentinos que todos los argentinos.

Mi pañuelo me condena


Por Darwinia Gallicchio (Madre de Plaza de mayo)

Como me siguen exigiendo explicaciones, en ocasión de mi presencia en la mayor concentración del pueblo argentino de los últimos tiempos, que ocurriera el día 25 de mayo en el Parque Nacional a la Bandera de Rosario, es que digo:

Fui con mi pañuelo, pañuelo de Abuelas, que forma parte de mi vida y de mi lucha incesante. Nada tiene que ver el pañuelo con un título, sólo tiene que ver con mi experiencia construida a partir de mi tragedia y de la tragedia instrumentada sobre el pueblo argentino.

Además tengo la sensación de que están utilizando a mis compañeras, de y desde la Plaza, para cuestionar, distorsionar, subestimar y confundir mis convicciones que coinciden con el reclamo que está encabezando el dirigente gremial de los pequeños y medianos productores, Eduardo Buzzi, presidente de FAA. Lo sectorial se expandió a los reclamos sociales e históricos de un proyecto de país para todos.

En los actos públicos, seguí atentamente los discursos del dirigente y confirmé mi identificación con SU mensaje (como un diario de alcance nacional me preguntara: "¿Usted se identifica con él -por Buzzi-?". Contesté: "En realidad, no..."), porque se trata de coincidir con el mensaje en contra de la concentración de la riqueza, de la tierra, su extranjerización, y la asfixia de las economías regionales, orientaciones que sustentaban la lucha de nuestros hijos. Reitero, ésta es mi convicción, plasmada en un documento que le entregué en mano el día anterior al acto en Rosario, al señor Buzzi en la sede de la FAA. Tengo que hacer visible lo visible: no estaba en el palco, como algunos dicen, sino entre la gente, sentada por mi avanzada edad.

Nuevamente, una vez más, mi convicción es:

*Los chacareros no provocan el saqueo de la argentina,
*Estoy contra la concentración de la tierra y su extranjerización
*Estoy contra la concentración de la riqueza
*Desde el 24 de marzo de 1976 sabemos quiénes son "el enemigo"
*Quiero políticas de Estado
*Quiero que no me defrauden los gobernantes
*Quiero distribución de la tierra y la riqueza

Si durante mis 83 años de vida todavía tengo que dar explicaciones de por qué he ido y voy a espacios de derechos humanos, en Amsafé, ATE, COAD, huelgas y piquetes de obreros, reclamos de trabajadores del estado que cobran sus salarios en negro, marchas por los reclamos de educación y proyectos de equidad social, marchas por el esclarecimiento de muertes de militantes populares como el caso de Pocho Lepratti o dirigentes gremiales como el caso de Sandra Cabrera, resistencia al abuso de poder de la policía en casos de chicos en situación de calle, marchas y actividades vinculadas a la defensa de las culturas originarias, espacios de discusión de temas inherentes a todo el quehacer humano (creatividad, resistencias, luchas), en ámbitos municipales, barriales y de la universidad. He llevado mi voz, experiencia y pañuelo a diversos lugares desde el living de mi casa hasta la Cuba Revolucionaria. ¿Por qué no puedo coincidir con el reclamo en contra del desguace y devastación sistemática de la cultura agraria?

¿Cuál es mi "pecado"?
¿Será que el marcapasos para mantenerme viva -que estrené hace un mes- me hace socia del pool de siembra que viaja en el avión presidencial?

Abro la puerta, salgo a la calle, tengo 30 años... de lucha... y me exigen explicaciones... dejen de subestimarme, recuerdo el viejo eslogan que decía: "las ideas foráneas violan el sentir nacional" para inducirnos a "vigilar" qué hacían nuestros hijos. Basta de "vigilar y castigar", en todo caso reflexionemos si lo que parece malo es malo y lo que parece bueno es bueno.
No llegué a la Plaza ocasionalmente la semana pasada, ni por una habilitación conyugal, no me incorporé a la Plaza en los noventa, ni interrumpí por una dolencia mi testimonio en lo público, tampoco acepté un resarcimiento monetario del gobierno por fusilamiento.

Y cuando piso la vereda de la esquina de San Lorenzo y Dorrego donde se erige el edificio que se utilizó para someter al ser humano a la indignidad -el Ex Servicio de Informaciones, actual CPM, al que considero la ESMA de Rosario- pienso que no debo permitir que se lo despoje de sentido. Cuando me enteré que mi sola presencia generó asco en algunos, me miré al espejo a ver si me había convertido en cucaracha.

Cuando me dijeron que estaba con golpistas, me miré los pies, a ver si tenía botas.
Cuando dicen de mis amigos "que dividieron la Plaza", pensé: "algo habrán hecho".
Cuando un medio me preguntó: "¿sus hijos eran militantes?", pensé en la "teoría de los dos demonios".

Finalmente parece que mi pequeña presencia dividió las aguas de tal manera que me sentí Moisés, nada más que en lugar de conducir al "pueblo elegido", estaba dirigiendo "El padrino III".

Y por último, lamento que algunos fines sean justificados por los medios.
Sin embargo cuando recibí muchas adhesiones advertí que el fin justifica los medios.
En estas tres décadas, desde el 24 de marzo del 76, vimos: dirigentes, organizaciones, a los que se podría señalar por tener un pasado de "coqueteo" con la Junta Militar, con el alfonsinismo, con el menemismo y hoy..., se definen integrantes del campo popular. Recuerdo a nuestros hijos y me acerco a Rodolfo Walsh: jamás me verán genuflexa cuando en tiempos difíciles debemos seguir testimoniando.

Me invitan a cerrar la puerta, sin embargo, la abro. Todos los días vuelvo a salir a la calle, camino sobre las crujiente hojas del otoño, sobre mi vereda, el viento me abre intersticios, donde puedo vislumbrar -todavía- las grietas.