¿Y la ética periodística?

Por Sergio Lescano

La demagogia gana espacios entre todos. Los medios se llenan de palabras vacías y los inescrupulosos subestiman la memoria del pueblo. Aquí propongo un breve análisis de un tema de fondo. Evidentemente este informe no sería publicado por TV.

Después de 31 años, las cosas han cambiado bastante en nuestro país. Pensar desde la actualidad en la democracia no es lo mismo que utilizar ese concepto para pensar la liberación de la opresión y el terrorismo de Estado en el año 1976.

Nuestro país mantuvo escondida bajo cuatro llaves la historia del dolor de un pueblo. Leyes sancionadas en ese contexto histórico aun hoy mantienen vigencia, y llama poderosamente la atención que algunos terribles actores de la época comiencen a reivindicar las modificaciones atrasadas durane casi 30 años.

Los ideales se transforman dependiendo de la "coyuntura", y este término se utiliza más para tratar de justificar lo injustificable que para dar una respuesta certera.

La Ley 22285, sancionada por la dictadura genocida, rige los destinos de la comunicación social. Durante casi 30 años las organizaciones de Derechos Humanos, los profesionales con ética, y las universidades que enseñan la carrera, exigieron una inminente derogación de la misma para ser reemplazada por una Ley de Comunicación de la Democracia.

Después de varios años, y con los oídos sordos de parte de los funcionarios para el tratamiento ante la demanda de la ciudadanía, resulta que quienes tanto la defendieron y le sacaron jugo se toman de ella para cuestionar a las opiniones diferentes.

El fervor reformista no sorprende tanto, como sí la selección de las normas que deben ser o no reformadas. Según TCTV y el grupo político en decadencia que en los 90´ tuvo más pantalla que Susana Giménez, La ley de Radiodifusión debe ser reformada. No obstante, no opinan lo mismo de la Constitución Provincial.

Usted podrá suponer una ausencia de relación entre estos dos marcos regulatorios. Uno está aquí entonces para explicar la cuestión:

Es necesario que muchas leyes sancionadas durante la dictadura y aun vigentes, sean derogadas o adaptadas sus normativas al Estado de Derecho que implica una vida en democracia. Los legisladores Nacionales y Provinciales se han encargado de que muchos de esos marcos regulatorios, represivos, se mantengan aun despues del 83´hasta nuestros días. No sólo es preciso y vital este tipo de modificaciones, sino también incluir dichas reformas en una nueva Constitucion Provincial.

No sorprende que la demagogia se haga presente a la hora de opinar lo que la gente quiere escuchar. El problema resurge cuando no se actua en consecuencia.

En el año 2004, el entonces Senador por el departamento 9 de julio, Raul Gramajo, impulsó una ley provincial por la cual cada ciudadano que solicitare información sobre las acciones de gobierno debería demostrar ante un tribunal su "interés legítimo" para acceder a dicha información. La medida represiva y contraria a lo estipulado en la Constitucion Nacional fue propuesta ni más ni menos que por quien presidía en ese entonces la Comisión de Asuntos Constitucionales.

Del mismo modo, el medio que se encargó durante mas de 10 años que la imagen del ex senador esté presenta cada mediodia en la mesa de los tostadenses, fue uno de los principales beneficiarios de la pauta oficial y suculenta otorgada por los respectivos gobiernos sucesivos de Reutemann y Obeid.

Es digno recordar que quienes hoy critican los alcances de la Ley de radiodifusión, son los principales beneficiarios de ella. A través de la misma se han podido constituir los grupos concentradores de información, generando verdaderas empresas monopólicas que incluyen medios como la TV, en su momento prensa gráfica, servicio de noticias por internet y ahora también un frecuencia de radio FM. La información ya dejó de ser un derecho de todos los ciudadanos, para convertirse en un carta que ofrece siempre el mismo menú.

Uno no pierde la capacidad de asombro. Fueron reutemistas en la provincia, menemista a nivel nacional, y privatisadores por excelencia durante los 90 ´. En 2003 se transformaron en "transversales"; kirchneristas a nivel nacional, obeidistas en la provincia, y buscaron recuperar las joyas de la abuela que ellos mismos habian vendido. Hoy estos mutantes se muestran críticos a todo lo que no lleve al inundador mayor de la provincia como protagonista.

Pierda cuidado usted, lector o lectora. Si se los cruzan en la calle lo negarán todo. No pierda tiempio buscando en el presente una respuesta esclarecedora ante el gran interrogante sobre los motivos que rigen sus conductas. Esas respuestas las encontrará en su pasado.

Por suerte algunos elegimos la memoria.