"Le iban a dar trabajo por ir a la plaza"

Hermanos. Rubén Marriera dijo que la familia se enteró del deceso "por la tele, porque nadie nos ha dicho nada". (Gentileza familia Marriera)

El joven muerto en la Plaza no conocía la Ciudad. Era la primera vez que Carlos Marriera pisaba Buenos Aires y lo había tentado un amigo. Por el viaje recibió “100$, dos sánguches y una gaseosa”.

"A Carlos le iban a dar trabajo" por concurrir a la manifestación. Así lo hizo saber su hermano Rubén, que también dijo que su familia se enteró del deceso "por la tele, porque nadie nos ha dicho nada".

En diálogo con la radio Global Station -
donde suelen hacer declaraciones funcionarios kirchneristas- Rubén dijo que Carlos estaba desocupado, y que se subió a uno de los micros fletados para llevar manifestantes a Plaza de Mayo porque "le iban a dar trabajo".

El joven calificó lo sucedido como "una desgracia", y dijo que no sabía si, como se informó oficialmente, Beatriz Rojkés (vicepresidenta tercera del PJ y esposa del gobernador de Tucumán, José Alperovich), estuvo en el hospital donde fue trasladado el cuerpo de su hermano.

La propia Rojkés negó que el joven hubiera viajado a cambio de dinero o una promesa de trabajo. Consultada por radio Belgrano respecto de si a Marriera le habían ofrecido cien pesos para asistir ayer, contestó: "En algunos medios dicen doscientos, pero esto no es así" y que a los actos "vienen quienes quieren". La dirigente admitió que a los militantes "sí se les paga el viático, la comida que se le da a cada uno. Es una gran parte de lo que es la democracia". Asimismo aseguró que "los muchachos decían: 'hemos venido porque queríamos ver de cerca a la Presidenta, porque apoyamos el gobierno de Alperovich".

En tanto, la agencia oficial Télam destacó esta madrugada que “una rústica cruz de caña apareció en las primeras horas de hoy en la Plaza de Mayo, en el lugar aún manchado de sangre” donde murió Carlos a los 21 años.

El joven tucumano tenía 21 años y había llegado a Buenos Aires por primera vez junto con un contingente de 2000 personas provenientes de varios puntos de la provincia, en un típico viaje organizado por punteros políticos de base, para participar del acto de apoyo a la Presidenta Cristina Fernández.

Uno de sus compañeros, quien solicitó reserva de su identidad, reconoció (
como había denunciado Raúl Castells) que para participar del acto kirchnerista se le habían entregado "100 pesos, dos sánguches y una gaseosa". El testimonio fue recogido por la agencia DyN de una persona que integraba la delegación tucumana, en inmediaciones del Hospital Argerich, adonde el joven fue derivado de urgencia y luego murió.

Marriera había terminado la escuela secundaria el año pasado, estaba buscando trabajo y decidiendo qué estudiar. Vivía en la ciudad de Lules y, como no conocía Buenos Aires, decidió viajar junto a un grupo de amigos y su hermano. En diálogo con Crítica de la Argentina, el padre del joven negó que su hijo fuera trabajador municipal y militante -como había informado un amigo a DyN-: "Sólo había viajado para conocer la ciudad".

En medio de lágrimas y escenas de dolor, sus compañeros realizaron un aplauso en memoria de Carlos y casi una hora después, cerca de las 13, se distribuyeron en los 21 micros en los que habían llegado para regresar a Tucumán.